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miércoles, 11 de noviembre de 2009

MICRORELATO:

Era una noche como otra cualquiera, María había salido de sus clases de dibujo y se dirigía hacia su casa. Caminaba de prisa, como siempre, atravesando aquellas oscuras y solitarias callejuelas que le hacían sentir miedo, inseguridad,pues por aquel lugar no había un alma.
A veces , sentía que alguién la seguía, pero luego penssaba que sólo eran imaginaciones suyas. Aquella noche, las imaginaciones dejaron de ser imaginaciones, para convertirse en realidad.
María se detuvo y se dio la vuelta, no había nadie, pero vio una sombra, una sombra que se escondió detrás de la esquina.
Comenzó a correr, aterrada, desesperada, hasta que llegó al portal de su casa. Allí se quedó más tranquila, buscó las llaves, y de repente sintió que una mano le tapaba la boca, y le agarraba. Sintió como la hoja de un puñal se adentraba en su costal. Sintió, como la sangre corría por su cuerpo. Sintió un dolor inmenso que la derrumbaba, que no la dejaba ni gritar. Sintió que sus ojos se cerraban. Sintió que su corazón dejaba de latir.

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